¿Cómo evitar el síndrome del trabajador quemado a tu equipo?

El síndrome de burnout está llamando la atención de los medios desde que la OMS anunciase que lo incluirá como enfermedad relacionada con el empleo en su Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11). Esta noticia contribuye a que el desgaste profesional sea más visible y por eso queremos darte unas recomendaciones para poder evitárselo a tu empresa.

El síndrome del trabajador quemado afecta al 10% de los trabajadores, según El País. Incluirlo en la lista de la OMS facilitará la gestión de bajas y la obtención de datos estadísticos para estudiarlo y conocerlo más a fondo

Tal y como la OMS describe esta enfermedad, el síndrome del trabajador quemado o burnout es el resultado de un entorno de trabajo estresante que no se ha gestionado correctamente durante bastante tiempo. Es un proceso que se puede reconocer cuando el empleado:

  • Se siente agostado o exhausto
  • Tiene sentimientos negativos hacia el trabajo
  • Reduce su eficacia como profesional

La actual Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-10) incluye el síndrome de burnout definido como un estado de agotamiento y como un problema relacionado con la dificultad de gestionar la vida. Ahora estará considerado como un factor que influye en el estado de salud y por primera vez se considerará como una enfermedad laboral.

La ICD-11 entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2022, aunque ya está disponible para consultarse desde su web.

¿Qué puedes hacer para que tus empleados no se desgasten?

El síndrome del trabajador quemado se traduce en desmotivación, absentismo,  disminución del rendimiento e incluso accidentes laborales. Esto afecta a la productividad de las empresas, por lo que conviene tener un protocolo para detectarlo a tiempo. Antes de llegar a quemarse, el trabajador pasa por una serie de fases previas (estancamiento, frustración y apatía) que se harán evidentes si se presta atención.

MB Prevent puede ayudar a tu empresa realizando una evaluación de riesgos psicosociales, que es la manera más directa de conocer la situación anímica de los empleados. Recuerda que el desgaste está asociado al estrés como factor de riesgo psicosocial, pero no es lo mismo. Por ejemplo: un trabajador estresado estará hipermotivado e hiperactivo mientras que uno quemado estará totalmente desmotivado y embotado emocionalmente.

Como prevención para evitar que tus empleados se quemen y dado que el origen se encuentra en las condiciones de trabajo y el entorno laboral, el Ministerio de Trabajo  y Asuntos Sociales propone lo siguiente a nivel organizativo:

  • Favorecer el intercambio de opiniones y la participación en la organización
  • Promover el trabajo en equipo y la colaboración, no la competitividad
  • Facilitar a los empleados recursos que les ayuden a conseguir sus objetivos
  • Fomentar la flexibilidad horaria y los planes de promoción
  • Definir claramente las competencias y las responsabilidades de cada empleado
  • Diversificar las tareas y regular las cargas de trabajo
  • Establecer programas de supervisión profesional individual
  • Proteger a la persona para afrontar las situaciones estresantes

El entorno es el primero que detecta que un trabajador está quemado. Por eso es importante que haya un sistema de apoyo interno que evite que se llegue a ese punto. Mejorar el soporte entre compañeros y superiores es también una vía para proteger a la plantilla del desgaste.

El trabajador también puede entrenarse mentalmente para que las circunstancias problemáticas dejen de serlo; aprender a delegar; incorporar a su día a día técnicas de gestión del tiempo, de asertividad, de relajación; aumentar la percepción de control y la autoestima; etc. Desde la empresa pueden realizarse formaciones que les orienten: cualquier método enfocado a reducir el estrés se puede aplicar también al síndrome de burnout.

El síndrome del trabajador es más común en sectores de cuidado a las personas, como médicos o enfermeras, pero también en otros profesionales como directivos o deportistas.